Carhuaz tiene una cultura bien fuerte de fiestas locales y celebraciones religiosas como la celebración de la Virgen de las Mercedes. Por décadas y décadas la gente tomaba cerveza como un símbolo de comunidad, de compartir, de unión y de paz dentro de las normas sociales y culturales. Específicamente durante la temporada alta de fiestas locales y patronales, hay bastante consumo de alcohol. Las personas no saben cómo sería la vida ni las fiestas sin poder tomar, pero este pensamiento llevó a consecuencias graves y a impactos generacionales en los jóvenes, y solo las nuevas generaciones pueden cambiar.
La cultura de festejar y celebrar la vida no está mal. De hecho, Perú tiene el número de feriados más alto en el mundo. La cultura tiene bastantes riquezas y sentidos y también fortalece la comunidad y la identidad comunitaria en Carhuaz. Lo que no está saludable es cuando la gente no puede dejar de tomar ni entiende que tomar no va a solucionar sus problemas. Cuando vino el mes de septiembre, pensaba que necesitábamos hacer algo contra la cultura de tomar excesivamente y que pudiera formar líderes jóvenes. Por eso, un día en el colegio inventamos la campaña estudiantil “Septiembre sin Licor - Jóvenes con Futuro”. La campaña incluyó apoyo de la municipalidad, del director del colegio, de un docente y del serenazgo para lograrla.